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El culmen de las diatribas que se merece el Congreso de Colombia

Siempre he tenido por costumbre, cuando voy a escribir sobre un tema, indagar sobre quienes han escrito, antes, sobre lo mismo; porque con mi formación sobre Metodología de la Investigación asumo que toda investigación como toda opinión antes debe hacer una indagación bibliográfica.  

Por las anteriores razones e indignado por el cotidiano espectáculo que brindan los congresistas colombianos y basado en lo que considero una muestra de irresponsabilidad, falta de compromiso y de respeto de los “padres de la patria” hacía quienes le elegimos para que nos representaran; en lo que se pueden enumerar actuaciones como: El rechazo del mandato del pueblo colombiano sobre una ley anticorrupción, la erradicación de Electricaribe como prestador del servicio de energía en la Costa, el desconocimiento a la necesidad que tiene el país de consolidar un estado de paz, la beligerancia con que han recibido a los guerrilleros arrepentidos y convertidos a congresistas, el apoyo a los ministros cuyos pecados son inocultables, la arrogancia con que acometen sus campañas, que confiados en sus maquinarias políticas, las asumen como seguros reelegidos y se creen con derecho a todo y sin el deber de nada por lo que pisotean a sus potenciales electores y luego ignoran su aporte. Además de que muchos cobran el salario que se les ha asignado sin que asistan a cumplir con su deber y el apoyo a tantas medidas impopulares que afectan a la mayoría de los colombianos, etc.

Por mi estilo de escribir, por mis sentimientos hacia los congresistas, y por lo que por estos días se comenta sobre ellos, encontré un artículo escrito por Daniel Correa en el año 2017 que nos aporta “10 razones por las que los colombianos odian a sus congresistas:

“Los colombianos somos muy pero muy especiales. Nos encanta criticar y al mismo tiempo exigir, pero a la hora de cumplir deberes y proponer cosas nuevas nos hemos quedado cortos.

Debo decir que hay congresistas interesantes, a veces no tan mediáticos y que hacen bien su tarea, pero desafortunadamente no significan mucho ante un sistema político que funciona de una manera poco decorosa y que se impone ante buenas iniciativas.

Por eso si piensa ser congresista y servir al país desde allí, piénselo bien porque no creo que lo logre solo o sola. Si no me cree vaya un día y fíjese cómo trabajan, el ambiente que se maneja y los intereses que por encima son evidentes.

Luego de leer, escuchar y conversar con bastantes ciudadanos, saqué estas 10 razones por las cuales los colombianos odian a sus congresistas:

  1. Por corruptos: La corrupción es un cáncer que desafortunadamente es muy pero muy difícil de erradicar. El interés personal prima sobre el general y hasta que no dejemos de sobornar a los policías de tránsito o de decir mentiras delante de nuestros hijos, será imposible. Cientos de casos juzgados e investigados en el congreso son por corrupción. Aunque no siempre se ha podido probar, es bien sabido que cada contrato que gestionan y cada negocio que llevan a su región, les pertenece un porcentaje con el cual han hecho su fortuna y se hacen reelegir para seguir multiplicando su platica.
  1. Por su salario: Para los ciudadanos del común es muy indignante que un congresista gane más de 40 veces lo que se gana un compatriota con el salario mínimo. Y le resulta aún más insultante que sólo trabaje dos días de la semana y tenga dos recesos en el año. La verdad es que deberían trabajar todos los días y algunos lo hacen desde sus regiones, no solo se trabaja desde el capitolio y es cierto que hay periodos legislativos que son ley y no es su culpa. Ahora vuelven a sesionar hasta Marzo y a mitad de año vuelven a parar un mes.
  1. Por sus polémicas leyes aprobadas. Para que un proyecto de ley se convierta en ley de la República se deben pasar varios debates, hacer lobby y ser amigo de muchos. Por eso no es fácil que una iniciativa aunque sea buena sea agendada y menos aprobada, pues así funciona. La última que generó todo tipo de reacciones fue la reforma tributaria que presentó el Gobierno Nacional y que fue aprobada a toda máquina. Al principio vimos a varios salir en los medios rechazando la iniciativa y al final ni la leyeron. Los colombianos esperamos que el órgano legislativo apruebe grandes reformas para el pueblo, pero no es su prioridad.
  1. Por ser eternos en el congreso: Pueden ser reelegidos cuantas veces quieras, algo que a mi juicio no debería ser así. Sólo por poner un ejemplo les recuerdo al amado senador Roberto Gerlein que desde 1968 es congresista, solo paró dos años y desde 1975 ha sido reelecto. Con los casi nulos resultados de este congresista en los últimos años, no puedo creer que más de 60 mil ciudadanos honestamente votaron para que los siguiera representando. Esto si debe cambiar.
  1. Porque no representan al pueblo: Muchos no recuerdan por quién votaron al senado y menos para representante a la cámara. La gran mayoría con lo que hablo no se sienten representados por sus congresistas y esto se ve reflejado en la poca cercanía de los honorables con sus electores. Sus rendiciones de cuentas son para ellos mismos porque a nadie le interesa. Lastimosamente acá no hay consecuencias políticas de este abandono al que tienen a su gente.
  1. Por su investidura: El gran rumor que circula es que los congresistas “hacen lo que se les da la gana” por ser honorables parlamentarios. Esto se ha visto en los bochornosos escándalos del “usted no sabe quién soy yo” donde sacan a relucir su investidura, o cuando están investigados y su proceso es diferente al de cualquier ciudadano, por eso tan pocas penas pues están bien blindados.
  1. Por la cantidad de congresistas: En total son 102 senadores y 166 representantes a la cámara, la mayoría casi desconocidos por su mediocre gestión. En las cadenas anteriormente señaladas hablaban de cuantos miles de millones de pesos podríamos ahorrarnos si al menos este número de congresistas se redujera a la mitad, algo que es inviable ya que desde la constitución del 91 se dieron circunscripciones especiales y como nos la damos de democráticos y participativos, este número no bajará, todo lo contrario aumentará con la llegada de las FARC.
  1. Por mentirosos: Lastimosamente en Colombia político es igual a mentiroso y muchas dirán que es redundante. Reitero que no todos, muchos tienen buenos ideales y se resisten a esa manera de hacer política, pero a la mayoría les encanta porque siempre serán los mismos haciendo de las suyas a costillas del pueblo colombiano.
  1. Por “voltiarepas”: Son aquellos que empiezan vestidos de rojo, luego amarillos para terminar verdes o morados. Se cambian de partido político como cambiar de ropa y esto tiene dos explicaciones. La primera por débil base ideológica que cambia a medida de las circunstancias y de sus intereses y segundo porque los partidos políticos en Colombia son muy malitos.
  1. Por congresistas: Por todo aquello que significa vivir lujosamente sin retribuir nada a quien lo puso allí. Porque son nuestros representantes y no nos representan, son nuestros voceros y no llevan nuestra voz, porque son nuestros defensores y nos sentimos atacados. Es contradictorio porque su esencia es todo lo que la democracia dicta y son todo lo que una oligarquía busca.

No todos serán así, pero si es el prototipo y estoy seguro que con nuestra insolencia y doble moral seguirán allá para legislar un país que solo les conviene a los más poderosos de nuestra nación”.

Pero el culmen de las diatribas que con razón se lanzan contra los congresistas colombianos ha sido expresada por un colega suyo, Gustavo Bolívar, quien lanzó un duro cuestionamiento, luego de que se hundiera el proyecto de ley anticorrupción que eliminaba la casa por cárcel para las personas que hayan cometido esta clase de delitos.

Durante la última sesión plenaria de la legislatura, Bolívar dijo que La gente está emputada y yo tengo rabia. Le digo a este Congreso que merecemos la fama que tenemos, merecemos la fama que tenemos de ser un nido de ratas, no puede seguir pasando esto, no vienen más de 60 o 60 senadores constantemente a trabajar, los demás se roban la plata del sueldo”, manifestó.

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