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“La soberbia no es grandeza sino hinchazón”

La soberbia no es grandeza sino hinchazón.

Por: Roberto Pinto*

Dice Einstein en su aforismo: “Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber”.

Venimos al mundo ignorantes, pequeños e indefensos, pero con voluntad propia y el apoyo de quienes nos anteceden, hoy hemos podido alcanzar a ver un horizonte más amplio y afable. De ahí que quienes hemos tenido la ventura de alcanzar una educación superior, nos convertimos en custodios de sabiduría y deudores de gratitud hacia nuestros docentes, quienes, con mucha tolerancia y dedicación, nos apoyaron para observar más allá del oscurantismo natural y de nuestras limitaciones

Como producto de la experiencia universitaria, logramos conocimientos y un título acompañado de una historia ditirámbica, pero también de desprestigio a causa de unos pocos o por simple desinformación. Por ello, nuestras conductas siempre deben estar precedidas de formación familiar, basada en valores y principios que nos identifiquen y den cuenta de donde provenimos, para que esta amalgama de esfuerzos, padres y docentes, patentice la existencia de verdaderos profesionales capaces de tomar decisiones, y de actuar sin temor a ser vituperados por nuestra notoriedad. A fin de cuenta, las críticas y reproches parecen ser consustanciales al ser humano, y más, cuando el triunfo es ajeno.

Existe una frase atribuida al escritor y filósofo estadounidense Eric Hoffer que dice “En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo, estarán bien equipados para un mundo que ya no existe”. Dicho de otra manera, lo aprendido hoy no avala el saber del mañana, puesto que, siempre, está el riesgo de surgir un imprevisto que transmuta el conocimiento adquirido tiempo atrás.

Estas palabras procuran incitar hacia una educación propia, constante e incesante, donde prime la voluntad renovadora del saber y se confine la mediocridad. Aunque resulte paradójico, son la humildad y la sencillez esas condiciones que contribuyen al comportamiento vanguardista, pues al reconocer con donaire su fragilidad intelectual, optan por encararla.

Hemos traído a la memoria la importancia de una buena actitud, del conocimiento y su actualización en nuestras vidas; Sin embargo, consideramos necesario disertar sobre una particularidad, casi que inherente del abogado y del médico, competente para aminorar esos vastos conocimientos e infinitas virtudes profesionales, el egocentrismo.

Sí, esa peculiaridad sicológica utilizada, como los mecanismos de defensa de Freud, que nos obnubila y nos hace creer que nuestra posición es prevalente e irrebatible, ignorando aspectos tan importantes como la argumentación, que difiere de la testarudez; la escucha, que se opone a la voz más alta e inoportuna; y la reflexión, que contraviene la incomprensión y la habilidad de conciliación, que, por nuestra condición implacable, resulta ser la más lejana. Bien lo decía el padre San Agustín “La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano”.

¡Esto no es una crítica! Es un llamado a la introspección y un aporte al postulado administrativo de mejoramiento continuo, el cual, aunado a una objetiva cultura de autocontrol y a una colosal dosis de filantropía, indubitablemente presagia la persistencia y evolución de la persona como ser humano que, en definitiva, es lo más importante y trascendental, pues es nuestra génesis.

Por último, aprendamos a confiar en nosotros mismos, decidamos enfrentar con heroísmo las adversidades y desestimemos las cosas triviales. Ello nos llevará hacia una felicidad que, aunque efímera, su presencia llena de majestuosidad nuestras vidas y la disemina a los que nos rodean.

No olvidemos las palabras del novelista Francés Víctor Hugo: “El futuro tiene muchos nombres: para los débiles es lo inalcanzable, para los temerosos, lo desconocido y para los valientes es la oportunidad”.

*Abogado Universidad Nueva Granada

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