Por: Antonio Daza Orozco
Son tantas cosas las que podemos decir los que vivimos la 57 versión del Festival de la Leyenda Vallenata que necesitaríamos mucho tiempo y creo que es mejor decirlo ahora aunque sea en pocas palabras
EL COMERCIO
Uno de las cosas que me alegró fue ver, porque llegaba temprano a la Plaza Alfonso López, a los camiones de Bavaria, de Coca-Cola y de Postobon, entre otros, descargando miles de latas y botellas de cerveza, agua y gaseosa, de las que en las horas de la tarde quedaban pocas, los kioscos y demás negocios del alrededor de la Plaza permanecían atiborrados y los restaurantes cercanos y distantes en pocas horas vendían hasta el último plato, los almacenes y los centros comerciales eran un hervidero, no se podía caminar con tanta gente, hoteles y casas de alquiler total mente ocupadas, las líneas aéreas no tenían un solo cupo, hasta Latam, que hace rato suspendió las rutas hacia la capital del Cesar, volvió con cupo lleno; era complicado coger un taxi porque también les llego su “navidad” y no daban abasto…
LA LOGISTICA
Fue excelente, los miles de muchachos escogidos por la Fundación para ese trabajo lo hicieron muy bien, uno de ellos, de los que atendía a propios y turista con una sonrisa que no era fingida, me dijo: “aquí trabajamos con gusto por nuestro evento, el más importante del folclor, para qué cada año sea mejor, y de paso resolvemos en algo la situación de nuestras finanzas porque la verdad que el Festival permite que ganemos algunos pesos”
LA SEGURIDAD Y LA ORGANIZACIÓN
Las autoridades esta vez sí se preocuparon porque los asistentes a los distintos sitios de Valledupar estuvieran tranquilos, pudieran caminar seguros y sin la zozobra que desde hace rato se vive acá. La organización no tiene mancha, los eventos se hicieron a las horas señaladas y como estaban previstos y eso le gusto al publico
LOS CONCURSOS
Estos que son el alma del Festival y que este año volvieron a tener gran participación, se desarrollaron como estaban planeados y los resultados fueron del gusto de la concurrencia, con la sabidas circunstancias del concurso de la categoría Profesional, donde Juan David Herrera Pimentel, conocido como el Pollito Herrera, se inscribió y concursó. Él contaba con una inmensa parte del público que lo apoyaba desde antes de su inscripción y ya lo daban como ganador, pero a esa competencia, como a cualquiera, hay que llegar, además de preparado en el oficio, apacible, despojado de rabias y resentimientos y a Herrera se le olvidó que solo él fue culpable o no de su “pecado”, que fue un juez de la República el que lo condenó y que fue un juez el que le negó el permiso para participar en ese tiempo, que nunca la Fundación le cerró las puertas, eso lo desmejoró en su ejecución y en su estado físico y mental, muchos como yo vimos que no estaba participando para el concurso, su afán era captar la atención y recibir los aplausos de sus fans. Estuvo muy desorganizado con una revolución a mil, tiraba pitos a diestras y siniestras y con sus cantos en contra de la Organización y los jurados, hacía delirar y aplaudir al publico que lo seguía y nunca vio cuántas veces pelo pitos y cuantas veces desafinó y es que el Pollito, que es un extraordinario músico, por su “engolosinada” llegó a pelar pitos y desafinar, era tanta la velocidad en su ejecución que se quedaba sin aire y le pasaba eso.
Sabiamente me dijo el Rey vallenato, Manuel Vega, con quien veía y escuchaba la presentación de Herrera Pimentel “yo de esa manera no expongo mi corona, para eso está el Rey de Reyes”
Y así, en sus manifestaciones posteriores al concurso, lo hizo saber el Pollito, se va a preparar para el Rey de Reyes y seguro vendrá más calmado, con esa paz interior que necesita y por esto con mejor salud
LOS REYES
Extraordinarios todos, solo nos queda a nosotros aplaudir sus triunfos.
Gracias
Fernando José Salcedo, Rey Infantil
Laura Sofía Benítez, Reina Menor
José David Caraballo, Rey Juvenil
Gerónimo Villazon, Rey Aficionado
Sara Arango, Reina Mayor
Jaime Luis Castañeda Campillo, Rey Profesional
Unaldo José Rocha, Rey de la Canción Inédita
Juan Pablo Gómez, Rey infantil de la Piqueria
Ángel María González, Rey mayor de la Piqueria
EL HOMENAJEADO
Solo puedo decir que Villazon es Villazon, el que se tiró el evento a los hombros y trabajo por su éxito incansablemente. Estuviste colosal, como lo es tu canto, como ha sido tu vida artista, gracias por todo Ivancho…
También un gran reconocimiento a la Fundación del Festival, su trabajo fue impecable y naturalmente a Valledupar que estuvo a la altura, el próximo año vuelvo