La soberbia es el más grave pecado ‘sutil’, anidado en el corazón
“El cristiano que reza pide ante todo a Dios que sean perdonadas sus deudas. Esta es la primera verdad de cada oración: aunque fuésemos personas perfectas, fuésemos también santos cristalinos que no se desvían jamás de un vida de bien, somos siempre hijos que al Padre debemos todo”.