El mandatario regional había sido condenado por la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema. Ahora, la Sala Penal, tumbó ese fallo y, en cambio, declaró al joven político inocente del delito de corrupción al sufragante.
La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia absolvió en segunda instancia al gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo Gnecco, del delito de corrupción al sufragante. El mandatario regional había sido sentenciado por la Sala de Primera Instancia de la misma corporación porque en su primera campaña a la Gobernación, en 2011, firmó un documento con líderes comunales de Valledupar en el que les prometió que los iba a mantener “quieta y pasivamente” en un terreno conocido como Tierra Prometida. Para la Fiscalía, el pacto era abiertamente ilegal.
Aunque fue una decisión mayoritaria en la Sala Penal, dos magistrados presentarán salvamento de voto, pues no comulgaron, por razones que todavía no se conocen, con la ponencia. El fallo significa, sin embargo, que Monsalvo Gnecco, hijo de Cielo Gnecco y delfín de su poderoso grupo familiar, podrá seguir al frente del departamento del Cesar. El mandatario siempre ha sido considerado como el heredero de la maquinaria de su familia, cuyo auge se dio hacia los años 80 cuando llegaron al departamento a invertir en bombas de gasolina y tractomulas para el transporte de carbón.