Cada vez que revisamos la importancia de la educación, nos asalta la inquietud sobre el ¿por qué no ha sido posible que en Chiriguaná se establezca una universidad pública? Porque la respuesta a que no haya llegado una universidad privada es vos populi: el perfil económico del Chirigunero que reside aquí no le permite acceder a una educación de altos costos y a esto se debe que muchos paisanos no hayan podido formarse más allá de la educación básica que le ha permitido el Estado.

La educación es fundamental para el desarrollo individual y social. Permite el acceso a conocimientos y habilidades, mejora la calidad de vida, reduce desigualdades y fomenta la igualdad de género, la paz y la estabilidad. También es crucial para el progreso económico y social, promoviendo la innovación y la cohesión social.

La importancia de la educación radica en que: proporciona a las personas las herramientas necesarias para crecer, desarrollar sus capacidades, tomar decisiones informadas y alcanzar su máximo potencial. 

Contribuye a mejorar la salud, el bienestar y la esperanza de vida de las personas. Es una herramienta poderosa para reducir la pobreza y las desigualdades, permitiendo a las personas acceder a mejores oportunidades.

Empodera a las mujeres y niñas, promoviendo su igualdad y acceso a oportunidades. Es un motor de desarrollo económico, promoviendo la innovación, la productividad y el crecimiento.

Contribuye a fortalecer las instituciones democráticas y a promover la transparencia y la rendición de cuentas. Empodera a las personas, permitiéndoles ejercer sus derechos y participar activamente en la vida pública.

Ayuda a promover la comprensión intercultural y la tolerancia, contribuyendo a construir sociedades más pacíficas. Es un factor clave para construir sociedades más justas, equitativas y prósperas.

En resumen: La educación es un pilar fundamental para el desarrollo individual y social, con beneficios que se extienden a todos los ámbitos de la vida.

Opinión de algunos chiriguaneros que quisieron contribuir:

Simón Martínez Ubarnes:

“A Chiriguaná no ha llegado ninguna Universidad porque no ha habido ningún interés. Ha habido mucho egoísmo, de parte de los alcaldes. Ha habido voluntad de parte de las universidades, comenzando por la UNAD y la UPC, por ESAP, por la misma Universidad de Cartagena, que han hecho esfuerzos o han demostrado sus intenciones de establecerse en Chiriguaná, teniendo en cuenta la valía académica de esa población, de la población chiriguanera y dado el número de profesionales con los que se cuenta allí, que garantizaría, de alguna manera, una parte de la nómina académica que se necesita; porque hay profesionales altamente calificados, especializados, pos graduados. La vocación magisterial de los Chiriguaneros ha sido muy importante y eso sería una buena contribución, para implementar allí, sin mayor esfuerzo, sin tener que llevar tanta gente de afuera. Pero, ningún alcalde ha tenido la voluntad política. Han hecho convenios, pero ellos quieren manejar las cosas a su manera, políticamente, queriendo imponer los funcionarios que la Universidad tiene que establecer allí, desde sus camarillas políticas. Los rectores, lógicamente, con visión académica, no aceptan esto. 

La biblioteca la han entregado, incluso han hecho borradores de convenios, pero no se ha cristalizado, porque ha faltado voluntad política, no solamente de los alcaldes sino de la dirigencia local. 

Chiriguaná se ha vuelto un pueblo demasiado egoísta, donde nadie tiene que ver con nadie y a nadie le importa a nadie y nadie es importante para nadie en Chiriguaná. Allí usted puede tener todos los méritos y todas las condiciones personales, humanas, profesionales de su perfil, pero usted para Chiriguaná es uno más de sus chiriguaneros. 

La mayoría de los alcaldes, por su situación económica resuelta, por haber estudiado en universidades privadas, porque sus familias tenían medios, no les ha interesado, porque, además, ellos tienen a donde educar sus hijos en universidades privadas, ellos no necesitan de las universidades públicas, entonces, ellos mandan sus hijos a esas universidades, tienen los medios para hacerlo, no les interesa que el resto de la comunidad…eso hace parte de ese egoísmo y ese egocentrismo propio del chiriguanero actual. En Chiriguaná, no se que ha pasado. Aquí la inteligencia era peste, pero ahora la gente nace vacunada contra la inteligencia”.

Carlos Ogaya Quiroz:

“Fundamentalmente, pienso que ha sido por falta de voluntad política y administrativa de los alcaldes que han pasado, últimamente, por allí. Hace como dos años y medio estuvimos con el Dr. Pedro Miguel Peinado, Cartagena, tocándole las puertas al Rector de la Universidad de Cartagena porque El es chiriguanero. Hicimos los primeros pinitos, abrimos las puertas allá, pero no se llegó a ningún acuerdo. El alcalde de ese entonces, creo que era el Dr. Caamaño, intentó, pero dejó eso a medias. 

Entonces, yo creo que ha sido la falta de inteligencia, sabiendo que eso es primordial. 

Fíjate que nos dejamos quitar la sede de la UPC, que debería, ya, corresponder a Chiriguaná como centro de departamento del Cesar, estratégicamente, equidistante de todos los municipios y, sin embargo, se la llevaron para La Jagua. 

Cuando yo fui delegado del Gobernador, ante la UPC, estuvimos gestionando para que la Universidad tuviera una sede y se logró que la biblioteca fuera, en principio, la sede provisional de la Universidad, pero tampoco se llegó a un feliz término. Por ahí vi que Juan Carlos, el actual alcalde, estuvo reunido con el Rector de la Universidad de Cartagena. Vamos a ver qué pasa con eso.

Igualmente, Mardelia Padilla también tocó las puertas para llevar la UNAD a Chiriguaná y tampoco lo pudo realizar y están haciendo un edificio, una sede importante en Curumaní. De todas maneras, nunca es tarde para que reiniciemos esa labor”.

Pedro Miguel Peinado Royero

“Yo creo que ha sido la confluencia de varios factores que han impedido que Chiriguaná tenga una sede universitaria permanente. Ya en el pasado, creo, que registró la presencia aquí de la universidad de Pamplona, e inclusive, de la universidad Javeriana. No hubo, en ese momento, la suficiente planificación ni el deseo, realmente de fortalecer ese aspecto para que siguiera delante. Entonces, yo creo que aquí ha faltado voluntad política, por parte de la administración. Intereses políticos, también, han jugado en contra de esa sede universitaria en Chiriguaná. A la corrupción, también, y, desde luego, a la falta de planificación. Cada uno de estos factores ha tenido incidencia fuerte a la no presencia de una universidad aquí en Chiriguaná.

El último esfuerzo lo hice, me excusas la inmodestia, con Carlos Oyaga yendo a visitar a William Malkun Castillejo, recién elegido Rector de la Universidad de Cartagena, y le faltó casi nada para que hubieran comenzado unos diplomados y unas especializaciones y hacer presencia la universidad de Cartagena, aquí en Chiriguaná. El alcalde Iván Caamaño no tuvo la decisión suficiente para eso y prefirieron las campañas políticas, la contratocracia y todo eso para dirigir los dineros hacia ese lado.  

Así ha pasado en varias ocasiones. Acuérdate, también, de lo de la UNAD, que Mardelia Padilla tuvo la intención de traerlo aquí, cuando Zunilda Toloza y cuando Gustavo Aroca, también. Se frustró lo de la UPC, porque hubo oposición política y así sucesivamente. Yo lo resumo en esos cuatro aspectos la falta de dirigencia para establecer aquí una sede permanente, en su momento, de todas las universidades que lo han intentado. Hasta la ESAP también trató de establecer aquí una sede y se la llevaron para Bosconia, porque no encontró el respaldo aquí en Chiriguaná.  

Los ojos de los administradores de Chiriguaná, siempre, están puestos en el signo pesos, hacia intereses particulares y no en el sentido de favorecer a la comunidad”.

Jesualdo Hernández Mieles

“Le da tristeza a uno, como bien lo mencionas, que Chiriguaná, en el centro del departamento del Cesar y con la cantidad de profesionales, que en otrora le llamaban que la educación es peste, y forjadora, como municipio de que algunos corregimientos, como La Jagua, El Paso, Curumaní, hoy esos municipios, que fueron corregimientos de Chiriguaná, están adelantados en establecer en su localidad universidades.

Pero ha sido la politiquería la que ha frustrado esos intentos, que algunos amigos, porque el trabajo es de todo un equipo, hemos tenido esa iniciativa. Pero esos politiqueros, allí, la comunidad ya los tiene, plenamente, identificados y a través de estos medios, a través de estas redes, de estas inquietudes, de este clamor, porque en Chiriguaná posicionemos una universidad, hoy en día queda a merced de los votantes, a merced de la comunidad en general, del pueblo que es quien en últimas toma decisiones, esperemos que con la llegada de Juan Carlos permita rescatarse y estamos todos atentos y dispuestos a contribuir con nuestro pueblo”.      

Armando René García Alvarado

“Completamente de acuerdo queridos paisanos: La dirigencia política de nuestro pueblo adolece de verdadero compromiso con el progreso académico de nuestra comunidad.

Es una verdad de a puño que la educación superior en nuestras Universidades Públicas es muy superior a la educación en las Universidades Privadas, ya que aquellas no conllevan entre sus expectativas el lucro económico y sus docentes además de su excelente formación académica tienen el plus de su amor a la docencia y el compromiso con su región y con el país.

Estoy enterado que la rectora de la Unad, Dra. Mardelia Padilla, los dirigentes de la UPC Y el rector de nuestra Universidad de Cartagena Dr. William Malkun han tenido sobrado interés de vincularse con una sede académica en nuestro municipio; pero ese no es el interés de nuestros gobernantes. Yo pondero además la brillante gestión de nuestro paisano el Dr. Miguel Ángel García Bolaños quien ha estado al frente de la Decanatura de la Facultad de Ingeniería Civil en la Universidad de Cartagena (palabras mayores); el centenario claustro que dentro de dos años registra doscientos años de fundada.

No podemos aducir que carecemos de local para albergar cualquier templo del saber, vemos con tristeza como el edificio de la frustrada biblioteca es una muda protesta a la indiferencia y al desgreño administrativo y podría ser un local adecuado, con las reparaciones del caso.

Pero nunca es tarde, retomemos la iniciativa e implementemos la estrategia para traer a nuestro pueblo un centro de educación superior con excelentes programas académicos, con una universidad del Estado”.

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Es motivo de frustración y de desencanto el que muchas familias, en Chiriguaná, no hayan tenido la posibilidad de formar, profesionalmente, siquiera a uno de sus miembros, con lo que esto representa en el cambio de vida de esta, ya que hubiera sido el impulso para los demás, pues es evidente como han cambiado nuestras familias cuando uno de sus miembros ha tenido la posibilitad de formarse profesionalmente: ha sido el motor del progreso de los demás.

No desconocemos el desencanto de algunos chiriguaneros que, como Mardelia Padilla y Jesualdo Hernández, han tenido la oportunidad de ayudarnos en esta aspiración, pero, por falta de voluntad política, han tenido que desistir a costa de su propia frustración. Esperamos, en otro tiempo, poder contar otra historia distinta.