Persisten inquietudes significativas acerca de si las mejoras en la calidad de la atención están cumpliendo con las inversiones y expectativas en el sector. Un estudio reciente de la Comisión de Salud Global de Lancet sobre Sistemas de Salud de Alta Calidad (2018) estima que más de 22.000 colombianos mueren cada año debido a la mala calidad de la atención en salud, y cerca de 12.000 más mueren debido a la falta de acceso a la utilización de, los servicios. Aunque Colombia ahora brinda cobertura de servicios de atención en salud para una mayor proporción de la población que muchos otros países de la OCDE (94% a 96% desde 2010), los resultados en salud y la calidad siguen siendo peores que la mayoría de los demás países de la OCDE. La tasa de mortalidad materna en Colombia es más alta que en todos los demás países de la OCDE y un 25% más alta que la de México, que tiene la siguiente tasa más alta. Los años de vida perdidos en Colombia debido a la neumonía también superan a casi todos los demás países de la OCDE, excepto Lituania y México.
Para varios indicadores clave, los resultados son peores en áreas rurales, hospitales públicos y regiones con ingresos más bajos. La proporción de mujeres embarazadas con cuatro visitas prenatales fue del 63% en las áreas rurales en comparación con el 73% en las áreas urbanas en 2018. Las tasas de mamografías de detección en mujeres de 50 a 69 años son más bajas en los departamentos con ingresos más bajos, tan poco como un 1% en comparación con una media nacional del 35,3%. Las tasas de mortalidad intrahospitalaria por cada 1.000 pacientes dentro de las 72 horas de ingreso fueron mayores en las zonas rurales en comparación con los establecimientos urbanos (6,22 vs. 1,35 en 2014). El tiempo promedio de espera para una cita con un médico general fue ligeramente mayor en establecimientos públicos comparados con establecimientos del sector privado (2,9 vs. 2,6 días en 2014). Este estudio también encontró grandes diferencias entre las zonas rurales y urbanas en los tiempos de espera para citas con especialistas, tales como 38,7 vs. 7,4 días para una consulta pediátrica y 20,1 vs. 14,1 días para cirugía general (2016).
La amplia gama de políticas e instituciones a nivel de sistema, descrita a lo largo de este informe, muestra que no hay escasez de esfuerzos de base para impulsar aumentos de calidad. Sin embargo, esto no siempre coincide con una actividad incremental, enfocada y efectiva. En el sistema de salud, altamente descentralizado de Colombia, se debe pensar ahora más en cómo apoyar a los hospitales, establecimientos de atención primaria y otros prestadores de atención en salud para mejorar continuamente la calidad de la atención y los resultados en salud. Este informe ofrece un conjunto equilibrado de diez recomendaciones agrupadas en cinco temas sobre cómo lograrlo, al tiempo que refuerza los impulsores del cambio a nivel del sistema para garantizar una atención médica efectiva, segura y centrada en el paciente para todos los colombianos. Las recomendaciones se mapearon contra las prioridades actuales del gobierno de Colombia para mejorar la calidad de la atención y se discutieron ampliamente con el gobierno de Colombia para la finalización de esta evaluación.
El gobierno de Colombia respaldó las recomendaciones emanadas del informe. Estas incluyen acciones que deben adelantar el gobierno, las compañías de seguros de salud, las autoridades locales de salud y los prestadores de atención en salud con el fin de:
- Desarrollar y poner en marcha un modelo integral de atención focalizado en la atención primaria en salud para apoyar la gestión de las personas con enfermedades crónicas
- Mejorar los mecanismos de rendición de cuentas y de contratación para incentivar la calidad
- Fortalecer la capacidad de mejoramiento continuado de la calidad en el sector salud mediante el entrenamiento, campañas sobre la calidad y comunidades de práctica
- Mejorar el rigor y el uso de la información sobre calidad para estimular la elección del paciente y la evaluación comparativa de los prestadores de servicios médicos
- Fortalecer las políticas y regulaciones sobre calidad: altos estándares de certificación, acreditación de hospitales de baja complejidad, asignaturas comunes para futuros profesionales de la salud, reforma de la educación continuada, estrategias para mejorar la calidad en las áreas rurales, incluyendo la telemedicina.
La puesta en marcha de estas recomendaciones requerirá la participación de todas las partes interesadas en el sector, incluyendo las compañías de seguros de salud, prestadores de servicios médicos, autoridades a nivel departamental, universidades, pacientes y comunidades.
La implementación se logrará a través de una variedad de cambios a nivel de políticas y regulación que están actualmente en estudio, así como de iniciativas para el cambio comportamental y cultural.