Por: Juan Cataño Bracho
Respetuosamente, convoco al gremio periodístico del Cesar, especialmente al Circulo de Periodistas de Valledupar (CPV) a coadyuvar a la buena gestión de nuestros mandatarios, consciente de que la situación que vive nuestro país, nuestro departamento y nuestro municipio, se debe, en parte, a la falta de una buena estrategia de comunicación que implique un llamado a la Solidaridad, Sentido de Pertenencia y a la sana Convivencia.
Considero que hace falta que nos sintamos comprometidos con éste propósito, bajo el entendido de que la sociedad estima que configuramos el “Quinto Poder Social” y el poder hay que usarlo bien, respondiendo a la pregunta del Maestro Darío Echandía ¿El poder para qué? Además, por estimar que con escazas excepciones, talvez las de Luis Mendoza Sierra y Ana Patricia González; entre nosotros, los jefes de prensa de las administraciones sólo se han dedicado a redactar boletines y/o dar cuenta de las gestiones, pero, como en muy pocas oportunidades, no son capaces de recomendar a sus Jefes estrategias de comunicación que contribuyan a su buena gestión.
No podemos seguir viviendo en la anarquía de seguir esperando, sólo, que nos pueden dar, que es un derecho legítimo; sin profundizar en nuestros deberes sociales. Esta idea, al parecer, se ha arraigado entre nosotros por sólo vivir pensando que tenemos derecho a todo, sin sentirnos obligados o con el deber de nada. Lo que se evidencia, por ejemplo, en cada oportunidad de la elección de una nueva Junta Directiva del Circulo de Periodistas del Cesar, donde, para cumplir con el proceso, tenemos que hacer amnistía porque ni siquiera somos capaces de cumplir con el deber de aportar nuestra cuota de sostenimiento, condición sin la cual no se puede avanzar en el proceso.
Este llamado no parte del reconocimiento de la incapacidad de los designados, parte de la idea de que talvez muchos no han reconocido su verdadero papel en la administración o que los administradores no les han reconocido todo su valor y no les han confiado la parte que les corresponde en la tarea de “Planificar estrategias que beneficien la imagen de organizaciones sociales” y por qué no, ayudar a la buena gestión de sus gobernantes, para los que la solidaridad, el sentido de pertenencia y la convivencia ciudadana son indispensables.
Las estrategias de comunicación, para que los propósitos de un buen gobernante se traduzcan en obras, le corresponden a los comunicadores sociales que deben tener sensibilidad social para captar las necesidades de sus conciudadanos y enviarles mensajes que lleguen a se efectivos.
Esta vez espero tener la oportunidad de poder acertar en mi propuesta y a la vez aprovecho para presentar mis excusas porque siento que en la oportunidad que fui designado Tutor de algunos de mis colegas, en la Universidad Nacional a Distancia (Unad) en Valledupar, fue poco lo que pude aportar al gremio, en parte, porque nadie puede enseñar donde todo el mundo está convencido de que ya lo sabe todo. Bien decía Sócrates: el principio del conocimiento es el reconocimiento de la propia ignorancia: “sólo sé que nada se” y la sabiduría no puede florecer donde el terreno no es apto. Considero oportuno hacer aquí la divulgación de este sentimiento porque, en una tutoría, traté de decirle que las oficinas de prensa no deben ser sólo para hacer boletines; también son, entre otras cosas, para: “Asesorar a la alta dirección en todo lo referente a la imagen y actividades de comunicación, divulgación y diálogo con las instituciones, medios de comunicación y comunidades”.
Contribuir al desarrollo de una buena estrategia de comunicación es tener presente el derecho/deber de dar y recibir información veraz, objetiva y oportuna, etc.
Anticipo mis excusas a quienes lleguen a sentirse ofendidos. Recuerden el principio según el cual “Con las piedras que con duro intento te lancen, tu puedes levantar tu monumento”.
“No soy Maestro de nadie, soy Discípulo de Todos”.