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PROFECÍAS HECHAS CANCIÓN

Por: José Ceferino Nieves Orozco
 
Así como narran las Sagradas Escrituras que existieron grandes profetas como Isaías, Jeremías, Ezequiel, Moisés, Daniel, David y Elías; en nuestra querida y amada Guajira también existen profetas vivientes que en sus inspiraciones pronosticaron situaciones de hambruna, ambientales y musicales que hoy estamos evidenciando.  
 
Grito en el desierto: Autor José Alberto “Beto” Murgas Peñaloza, interpretada por Juan Piña Valderrama y Juan Humberto “Juancho” Rois Zúñiga.
 
Se oye un grito en el desierto, se oye una voz apagada
se nota un destino incierto, en el indio que trabaja
en su piel esté el desnudo, enmarcada su existencia
desapercibido y nulo de su triste consecuencia
en el norte de Colombia ampliamente en La Guajira
es notable la zozobra y la angustia que domina
al ambiente del desierto que reclama en su agonía
que alejen el sufrimiento que persiste noche y día.
 
Ya su piel esta cuarteada, y su mirada ya es triste
la miseria encaminada, y el hambre que no resiste
ya su fuerza se ha agotado y el aliento se ha perdido
ya sus piernas se han cansado no encuentran otro camino
el indio desesperado clama y clama por su suerte
su vivir es angustiado, queda cerquita la muerte
es escaso su alimento, existe preocupación
ellos esperan un momento en busca de solución
 
Desde los años 70 “Beto” Murgas pegó un grito desde el desierto de la Serranía de Macuira, en la Alta Guajira, lo llevó a los acetatos para que se escuchara en todos los lugares recónditos de Colombia y el mundo. Éste clamor aún no ha hecho eco en las mentes y los corazones de los mandatarios locales, departamentales,  nacionales e internacionales, porque estas necesidades todavía aún siguen insatisfechas. 
 
La Profecía.  Autor Julio Cesar Oñate Martínez, interpretada por los Hermanos Zuleta Díaz, Poncho y Emilianito.  Ganadora del concurso de Canción Inédita del Festival de la Leyenda vallenata en 1977. 
 
Alerta, alerta Vallenato,
Mira que ahí viene La Guajira
Lo comentaba Pedro Castro (Bis)
Que el gran desierto se avecina.
Olvidaste que con su sabia palabra
De ese peligro cercano te vivía
Advirtiendo Pedro,
Que el desierto de La Guajira cercana
Si pronto no lo atajabas se iba
A alcanzar a tu pueblo.
Y entonces,
El pasto verde que hay en tu región
Será cambiado por tuna y cardón
Y el verde intenso de tu algodonal
No será visto allá en Valledupar (Bis)
 
En la Sierra Nevada de Santa Marta nacen 23 ríos que irrigan a los Departamentos de La Guajira, Cesar y Magdalena, de los cuáles conozco al Ranchería (pasa por el pueblo donde nací, Chorreras, La Guajira, El Magiriaimo en Codazzi, municipio donde crecí, el Ariguaní, El Jerez, Cañas, Palomino, Ancho, el Cesar, Guatapurí).  Da tristeza ver como nuestros ríos se secan.  Cómo las pequeñas  montañas que quedan se queman, cómo las aves emigran del campo a la ciudad al igual que los campesinos, y la paradoja más grande, escucho en los amaneceres de Valledupar más aves cantar que en la Serranía del Perijá.
 
El Bozal.  Autor Leandro José Díaz Duarte, interpretada por el “Cacique” de La Junta Diomedes Díaz Maestre y Nicolás Elías “Colacho” Mendoza Daza.
 
Ya los músicos de hoy
No quieren grabar merengue (bis)
Dicen que eso no se vende
Para mí eso es un error
Yo si digo lo que son
Sin temor a equivocarme
Lo que pasa es que no saben
Siempre lo interpretan mal
Y así quieren acabar
El ritmo alegre del valle (bis)
 
Ya lo hacen con su sentido
De manera inteligente (bis)
Para engañar a la gente
Ponen un poco de ruido
Por qué no lo han aprendido
A cantarlo con deseo
Mejor graban un paseo
Con más de dos mil palabras
Que al final no dicen nada
Y en eso es que yo no creo (bis).
 
Cuando no puedas convencer a alguien de algo, confúndelo.  Decía Nicolás Maquiavelo.
 
Leandro, que veía y escuchaba “con los ojos del alma”, predijo la situación que se presenta hoy en el folclor Vallenato con la nueva generación.  Mucho ruido, o como dicen los ingenieros de sistema, mucho hardware y poco software, o como dice la frase de una canción, mucha espuma y poco chocolate.

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